lunes, 27 de febrero de 2012

26 de febrero en Leganés

Contra el paro, contra los desahucios, por los servicios sociales: ¡Que cunda el ejemplo en todos los barrios!



viernes, 24 de febrero de 2012

Una de chaveles/as

Algunxs nos acordamos que en un mes de febrero, algunos torpes sacaron en Valencia los tanques a la calle.

Afortunadamente, en otro mes febrero, lxs chavales/as de Valencia, salen solxs:


Salud.


¡TODOS A LEGANES ESTE DOMINGO!

Como llegar: Estación de cercanías de Zarzaquemada - Avenida de Europa - Glorieta Fuente de la Noria:

OTRAS EXPERIENCIAS: Asamblea de Personas Paradas de Molina de Segura (Murcia)

A principios del año 2010, se constituyó una red de asambleas de personas paradas, cuya experiencia es importante que conozcáis, para sumar al esfuerzo que estáis realizando en torno a la Acampada Sol. Me gustaría que colgarais en vuestro blog (y en facebook) este texto contando nuestra experiencia, y enlazando también con el blog del movimiento global de personas paradas donde se recogen algunas de las iniciativas que protagonizamos en torno al año 2010-2011. Muy resumidamente, esta fue nuestra trayectoria:

Un año antes de las movilizaciones del 15-M, a principios del año 2010, una red amplia de colectivos de personas paradas organizamos un encuentro en el contexto de la Ronda de Madrid del Foro Social Mundial. El llamamiento partió de la Asamblea de Personas Paradas de Molina de Segura (Murcia) y a él se sumaron 40 asambleas repartidas por distintos territorios del estado (Málaga, Euskadi, Barcelona, Madrid, Asturias, etc). Se puede consultar la información del encuentro pinchando aquí.

Se alcanzaron varias propuestas, en torno a lo que nos unía, a la forma de organizar nuestra acción común, y a una primera iniciativa conjunta que planteamos para el 20-F (2010). El resumen de lo que acordamos fue:

La iniciativa que estamos construyendo es la articulación de un movimiento global de personas paradas, que no es una estructura vertical, una “coordinadora”, sino una coordinación no estructurada de asambleas de personas paradas. Esta coordinación toma como punto de partida dos orientaciones y tres principios fundamentales: en cuanto a lo primero, se trata de la autonomía de las asambleas y una crítica radical al sistema capitalista como causa y origen de la miseria mundial y los problemas de la clase trabajadora; en cuanto a lo segundo, sostenemos como principios comunes [1] el derecho de todas las personas a una vida digna y la exigencia de su cumplimiento a través de [2] el derecho social a una vivienda digna; y [3] el derecho al trabajo y la renta básica, o dicho de otra manera, o trabajo para todas las personas o un salario universal digno. 

El 20-F conseguimos salir a la calle, tal y como teníamos previsto, varias plataformas en Málaga, Molina, Barcelona, Bilbao, etc. Se puede ver la información en la página web que elaboramos, Movimiento Global de Personas Paradas. Se intentó organizar alguna actividad más, pero resultó cada vez más complicado poner en común un espacio tan heterogéneo y tan afectado por las condiciones sociales de precariedad y exclusión. Sin ninguna duda, las asambleas que mejor funcionaban eran las decanas del movimiento, las de Bizkaia, y también estaba muy activo el entramado en torno a las gentes de Baladre. En Barcelona tenían una actividad potente, también en Málaga, y finalmente, en Molina de Segura y Extremadura. Algo había también, muy combativo, allí donde la CNT conseguía organizar algún colectivo. El problema era, y seguirá siendo, las dificultades estructurales que conlleva la naturaleza de un movimiento que se construye al borde de la exclusión social. En primer lugar, las situaciones desesperadas tienden a orientar la movilización hacia demandas concretas e inmediatas. Es decir, la gente que acude a las asambleas de paradxs lo hace buscando trabajo y protección social. Cuando descubren que se trata de una carrera a largo plazo, que la asamblea no está en disposición de dar trabajo ni ofrecer protección social (más allá de la solidaridad y el apoyo mutuo), sino que de lo que se trata es de activar un proceso de concienciación y lucha colectiva para realizar cambios sociales que produzcan estos resultados, muchxs dejan de asistir a las reuniones. Es la propia desesperación de su situación personal, la necesidad de encontrar soluciones urgentes, lo que les lleva a la conciencia (equivocada) de que están perdiendo el tiempo en las reuniones y en las acciones reivindicativas que se organizan. Curiosamente, al menos en el caso de Molina de Segura, eran los trabajadores inmigrantes quienes mejor comprendían la dinámica de la movilización, ya que eran portadores de tradiciones de lucha recientes, o como ellos decían, de la costumbre de cambiar presidentes a golpe de movilización social (recordemos Ecuador y lo que pasó con Lucio Gutiérrez).

En Molina de Segura mantuvimos una actividad potente en torno a las ayudas del Plan E, exigiendo que se creara una Bolsa Social de Empleo, es decir, que los puestos de trabajo que se crearan con las ayudas del estado se distribuyeran atendiendo a criterios de necesidad (dada la misma capacidad). Esta movilización dio sus frutos y conseguimos que esta bolsa se pusiera en marcha. El resto de reivindicaciones importantes no las conseguimos. Fundamentalmente, se trataba de una oficina de asesoramiento legal para las personas hipotecadas, de una oficina de información de ayudas para personas paradas, de un código de derechos para personas paradas (tasa 0 en las ordenanzas fiscales y precios públicos), y de un aumento del presupuesto municipal destinado a la atención de situaciones de urgente necesidad. También teníamos propuestas en materia de creación de empleo y economía social.

El Movimiento de Personas Paradas se dotó de una lista de distribución que todavía sigue funcionando. La mayoría de las asociaciones que formaban parte de él desaparecieron. Otras se reconvirtieron cuando apareció el 15-M. En el caso de Molina, cada vez más fuimos orientando nuestra actividad hacia el movimiento de lxs paradxs afectados por la hipoteca, y estuvimos en la fundación de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). La Región de Murcia es la Comunidad Autónoma, si no me equivoco, en la que más embargos se están deteniendo de todo el estado. Pepe Coy es una de nuestros activistas más conocidos, una especie de brigadista internacional de la lucha social que va de aquí para allá parando desahucios y recibiendo palos, lo mismo en Madrid, en Murcia, Barcelona o Andalucía. Algunos de nuestros compañeros están también poniendo en marcha iniciativas de autoempleo en la economía social, con agricultura ecológica.

Hemos realizado un llamamiento en nuestra lista de distribución pidiendo a la gente que se sume a la red de asambleas de personas paradas que estáis construyendo a través de facebook, vuestro blog y Acampada Sol. Creo que se trata de un buen momento para sumar energías y relanzar el movimiento.

Salud2!

Asamblea de Personas Paradas de Molina de Segura (Murcia)

Más información:
http://www.movimientoglobaldepersonasparadas.blogspot.com/

sábado, 18 de febrero de 2012

La Toma. Documental (2004)



Situada en Argentina, La Toma muestra la historia de unos obreros y sus familias que tratan de hacer frente a la profunda crisis que se vive en el país, debido a las políticas neoliberales aplicadas durante los últimos años, tomando bajo su control las antiguas fábricas en las que trabajaron y que ahora se encuentran cerradas. La película toma como hilo conductor todo este proceso de la expropiación de la empresa Forja San Martín por parte de sus propios trabajadores. Alrededor de Freddy y Lalo, y de las peripecias de ellos, sus compañeros y sus familias para intentar conseguir la propiedad de una fábrica que sus patronos dejaron abandonada, Lewis y Klein, los responsables del documental, muestran el fenómeno de las empresas recuperadas en Argentina y la situación política de un país que estuvo a punto de elegir como presidente en 2003 al mismo sujeto que desmanteló y privatizó el Estado en la década de los noventa: Carlos Menem. Además del caso de Forja San Martín, el documental muestra también las experiencias de la empresa de cerámicas Zanon y la de textil Brukman, ejemplos de un amplio movimiento de recuperación de fábricas.

jueves, 16 de febrero de 2012

19 de feb, 12 h.: Contra la Reforma Laboral

Más info: http://tinyurl.com/7g4x4n6
Evento facebook: http://on.fb.me/zuINd7


Esta reforma aumenta la precariedad laboral, da todas las facilidades al patrón y merma los derechos laborales de los trabajadores. Garantiza un futuro de miseria y de esclavitud.
No lo vamos a consentir.
Este tipo de "soluciones" (despido libre, temporalidad, indefensión de los trabajadores,contratos precarios, etc.) tal vez fomenten la contratación, la contratación temporal, precaria y mal pagada, se entiende, pero jamás fomentará el empleo. En el pasado año se firmaron unos trece millones de contratos, el 97% de estos contratos firmados  fueron temporales; en enero de este año más de lo mismo. El desempleo sigue creciendo y elevándose como una amenaza permanente sobre los trabajadores en activo y sus familias.
El proletariado de ayer es el precariado de hoy y constituye la nueva forma en que los trabajadores son explotados por el capital en este nuevo sistema de relaciones laborales. Para la patronal: mano de obra barata, cualificada, disponible a voluntad, y sobre todo dócil.
El cinismo es de lo más insoportable cuando nos dicen que "esta reforma laboral es necesaria para acabar con las enormes cifras de desempleo". Si las medidas y reformas sucesivas que han ido imponiendo con la disculpa de acabar con el desempleo nos han llevado a la situación actual, si además el precariado es parte integrante del desempleo intermitente, ¿cómo es posible que más flexibilidad laboral, mayor precarización del empleo y rectrocesos en los derechos laborales adquiridos vayan a generar empleo? Realmente piensan que somos idiotas.
Desde Europa nos miran con asombro y piensan ¿que está pasando? ¿como pueden vivir en estas condiciones? ¿cuando dirán basta?
Por muchos contratos basura que acumules no llegas a cotizar para tener derecho a prestaciones: contratos de un sólo día, de fin de semana, unos días, 2 meses... Esto es lo que hay. ¿Cómo hacer previsiones, planes, fundar una familia o comprar una vivienda? Nos queda la incertidumbre, la inseguridad, cuando no la exclusión social y la miseria.
No queremos contratos basura, tenemos derecho a una vida digna y vamos a luchar por ella, no lo dudéis ni un momento.

Asamblea de Desempleadxs y trabajdorxs afectadxs por contratos precarios

ASAMBLEA DE DESEMPLEADXS

La Asamblea de desempleadxs la constituyen todas aquellas personas preocupadas por conseguir un empleo digno, base fundamental para alcanzar unas condiciones de vida igualmente dignas.
En tanto que Asamblea es un lugar de encuentro, debate y toma de decisiones de todos los que nos estamos siendo agredidos por el actual marco de relaciones laborales.
Se trata de una estructura horizontal, transparente, participativa e inclusiva, abierta a todos los trabajadores desempleados o no.
Buscamos soluciones reales, un camino que nos conduzca hacia unas formas de producir y de relacionarse no basadas en la explotación y el beneficio individual. La Asamblea trata de establecer nuevos lazos basados fundamentalmente en el apoyo mutuo y la actuación solidaria.
Como Asamblea de desempleados y trabajadores afectados por contratos de precariedad no pretendemos monopolizar la acción contra el actual sistema de relaciones laborales sino que nuestra inclusividad nos lleva a colaborar activamente con cuantas personas o colectivos trabajan en la misma dirección: afectados por los desahucios, pensionistas, colectivos vecinales y sindicales, asambleas de barrio y cualquier otro grupo más o menos organizado cuya lucha y objetivos sean convergentes.



ORIGEN DE LA ASAMBLEA

La Asamblea de Desempleadxs y precarixs nació al calor del 15M y de Acampada Sol como consecuencia de los debates y conclusiones que el grupo de empleo (subgrupo de la comisión de economía) realizó durante los meses de mayo y junio del año pasado.
Ante la indefensión y falta de voz del colectivo de desempleados se convocó la primera de las Asambleas el 15 de julio y desde entonces se ha reunido en Sol en cinco ocasiones distintas. La próxima Asamblea General de Desempleados y Precarios tendrá  lugar en la Puerta del Sol el próximo día 31 de marzo a las 19:00 h.
Estáis todos invitados, trabajadores, parados o no, y cuantos colectivos estén luchando contra el desempleo y contra sus consecuencias, los desahucios, la exclusión social la explotación laboral y la pobreza.

LÍNEAS BÁSICAS DE ACTUACIÓN: LUCHA Y COOPERACIÓN

Dos son las líneas de actuación emprendidas, por un lado la lucha, la reivindicación, la oposición frontal a cuantas medidas se han adoptado desde la Administración y que lejos de ser una solución a la dramática situación a la que nos enfrentamos suponen una profundización en sus causa principales: el despido libre y la temporalidad de los empleos.
Por otra parte y conscientes de que este sistema se alimenta del desempleo para desarrollar políticas de recortes en los derechos laborales a todo el conjunto de los trabajadores, en la certeza de que no existe una verdadera voluntad para acabar con este problema ni desde los estamentos políticos ni económicos que nos imponen condiciones miserables, sabemos que este Sistema no aportará soluciones ni tiene alternativas dignas que ofrecernos. Partiendo de esta certeza sabemos que en la construcción de alternativas reales no encontraremos más aliados que entre los directamente afectados y en el conjunto de la clase trabajadora que ve como sus condiciones de vida se deterioran a pasos agigantados, aumentando las desigualdades sociales y la brecha entre ricos y pobres.
Es por esto que necesitamos construir alternativas, independientes del Estado con toda su parafernalia de “representantes” tanto políticos como sindicales que han vendido los intereses del conjunto de la población y constituyen la base sobre la que se sustenta el predominio de los intereses del Capital por encima de los intereses de toda la población trabajadora.
Las soluciones no serán nunca individuales, tan sólo existe una salida la acción mancomunada y solidaria de todos. Estamos generando nuestros propios medios de subsistencia, construyendo una economía alternativa que nos permita alcanzar esas condiciones de vida dignas a las que todos aspiramos. Las nuevas formas en las que se establecerá un nuevo marco de relaciones laborales habrán de ser colectivas, participativas y por tanto cooperativas. Nuevas formas de trabajar y de vivir que superen los intereses egoístas e individuales para constituirse en modos colectivos y mancomunados de levantar una nueva economía solidaria.

NO ESTAMOS SOLOS

En esta lucha de los desempleados y de los trabajadores afectados por contrataciones precarias convergen los intereses de la mayoría de la población (el 99%):
La Asamblea de Desempleadxs está por tanto abierta a la colaboración y a la acción unitaria de diferentes colectivos sociales: jóvenes en busca de su primer empleo, excluidos del trabajo en la educación en la sanidad, parados de larga duración, pensionistas, desahuciados y en general abierta a la participación de todo el pueblo trabajador. Mientras seamos los campeones del desempleo en Europa no podremos negociar ni conseguir condiciones dignas de empleo ni de vida.
Es por ello que tratamos de vincularnos de modo activo con otros colectivos cuyos objetivos son concluyentes: AG Sol, APM, Afectados por las hipotecas, grupo hacia la Huelga General, y nuevas iniciativas como la Marea Roja o la lucha contra la precariedad de Juventud sin Futuro. Se trata de crear una plataforma de lucha lo más amplia y unitaria posible.

REALIZACIONES:

Desde el 15 de julio del año pasado, se han formado distintas comisiones que han sido las encargadas de mantener la actividad entre Asambleas: Comisión de Acción y Comisión de Empleo y Cooperativas. Particularmente esta última se constituyó como auténtico vivero de trabajo cooperativo de donde han surgido distintos proyectos actualmente en desarrollo: una cooperativa de Servicios generales (Sinergias) un proyecto de Cooperativa Integral (al modo de la CI catalana), una cooperativa para recarga de vehículos eléctricos, una distribuidora de alimentos ecológicos… La comisión de Empleo y Cooperativas se encargó de la coordinación solidaria y del asesoramiento para cuantas ideas de creación de empleo colectivo  surgieron.

ASPIRACIONES:

Los millones de personas que actualmente están soportando las consecuencias de una crisis que no han generado, particularmente el amplísimo colectivo de desempleados que han de unirse para adquirir su propio protagonismo y hacerse oír, es decir, dejar de ser el argumento de políticos y patronos para hablar con voz propia, visibilizar el problema de millones de familias y generar nuevas formas de trabajo y de vida autogestionadas.
Esto hay que hacerlo desde los barrios, desde los pueblos, desde la base.

CONTACTO:

La comisión de acción, empleo y cooperativas se reúne todos los lunes a las 19:00 h en La Plaza del Carmen.
En la red nos podéis encontrar en nuestra Web:
Y también en FB:
Nuestro grupo de distribución de correo:


Os invitamos a todos (parados, precarios, enseñantes, trabajadores de la sanidad, pensionistas, sindicalistas, autónomos, jóvenes sin futuro, etc.) a exponer vuestros planteamientos, participar en el debate y en la toma de decisiones, de manera siempre horizontal, inclusiva y participativa.
Somos la mayoría de la población, podemos organizarnos y juntos seremos capaces de todo, es decir, entre todos podremos sentar las bases de un mundo nuevo, más justo y solidario.

Comisión de Acción, Empleo y cooperativas de la Asamblea de Desempleadxs

domingo, 12 de febrero de 2012

Los problemas de la autogestión en las Empresas Recuperadas por los Trabajadores (Argentina) y parte 2

Fuente del artículo original :  http://www.cnt.es/sites/default/files/Estudios-1.pdf
Reflexiones sobre la autogestión en las empresas recuperadas argentinas - pág 60
por Andrés Ruggeri


Cerámica Zanon-Fasinpat, fábrica recuperada por los trabajadores en Neuquén;

(...)
Como ya hemos puntualizado, las circunstancias de origen para que la ERT (Empresa Recuperada por los Trabajadores) comience su actividad productiva distan mucho de las ideales y difieren sustancialmente de las oportunidades que las reglas de juego del sistema capitalista brindan a cualquier empresario que decida invertir capital en un emprendimiento determinado. Los trabajadores no están decidiendo, en verdad, otra cosa que intentar continuar la explotación de un establecimiento fracasado, a veces por circunstancias macroeconómicas que el propio capitalista no pudo resolver, la mayoría por decisión de los patrones, que intentaron sacarse de encima el negocio a costa de sus empleados y, generalmente también, de proveedores, de clientes y del Estado. Queda fuera del alcance de los trabajadores la posibilidad fundamental de tomar autónomamente la decisión de qué tipo de unidad económica crear o desarrollar. En ese sentido, están reducidos a intentar hacer funcionar para su supervivencia (conservar la fuente de empleo) una unidad económica previamente condenada por las reglas de juego del mercado.

Esto además lo hacen en un estado de precariedad legal que los coloca en clara inferioridad a la hora de reanudar la actividad como una nueva cooperativa. Si bien por lo general logran deshacerse de las deudas de la patronal, el estado de la empresa suele ser ruinoso. Deben hacer funcionar la planta sin capital, con la sola disposición de su propia fuerza de trabajo, en condiciones que rechazarían si fueran asalariados.

El comienzo de la actividad productiva presenta una variabilidad condicionada por el proceso y el conflicto previo. Además de las restricciones operativas y de capital, el rango de situaciones es lo suficientemente grande como para generar distintas condiciones de partida de la experiencia autogestionaria. La provisión de insumos depende:

- haber preservado un stock.
- tener la confianza de los antiguos proveedores (por ejemplo para aplazar pagos).
- prestamos y ayudas por parte de otras ERTs.
- subsidios por parte de estamentos gubernamentales.

Estas líneas suelen ser insuficientes, pero en algunos casos son un impulso importante en el corto plazo.

Revisando los datos (...) vemos que las ERT logran poner en funcionamiento hasta un 60% de su capacidad productiva.

Que solo se pueda llegar a estos niveles se debe a múltiples factores:
- infraestructuras ya deterioradas.
- plantel laboral ya reducido, el plantel que ha quedado muchas veces no llega al 20 o el 30% de la plantilla original. Recuperar puestos de trabajo es difícil para la ERT a corto y medio plazo.
- destrucción tecnológica y dificultad para reemplazarla por tecnologías nuevas ya que requiere un alto nivel de capitalización. Para poder absorber este tipo de tecnología, una cooperativa autogestionada tiene que buscar la forma de reubicar los trabajadores que para el capital serían sobrantes, y de esta manera posiblemente anular la rentabilidad que sumaría la nueva maquinaria.



Pero el gran problema es que las empresas autogestionadas deben competir en un nicho del mercado, es decir, someterse a la lógica de la competencia capitalista para sobrevivir. (...)

¿Cómo desarrollar una lógica de relaciones solidarias y democráticas al interior de una empresa que debe competir por fuera de sus puertas con los valores capitalistas para poder mantenerse? ¿Es posible y deseable esto? ¿Puede haber otro mercado, inspirado en reglas de intercambio que no busquen imponerse sobre el otro?

(...)
La ERT está en principio obligada a tratar de reconstruir sus redes de demanda o, de no poder o querer hacerlo, construir otras. Esta demanda, por el momento, está necesariamente mediada por el mercado capitalista, incluyendo a aquellas que tienen al Estado como cliente.(...)
(...)
Los trabajadores –y esto no es un principio de fe ideológica– buscan por lo general niveles de ingresos que permitan lo que consideran una vida digna. (...) Los trabajadores, una vez que sienten que sus aspiraciones están satisfechas, dejan por lo general de buscar el crecimiento de la empresa. De alguna manera, si los ingresos de la empresa permiten condiciones de vida aceptables para sus miembros (que pueden simplemente ser el salario promedio de la actividad privada), cesa su búsqueda de acumulación y de inserción en el mercado, hasta tanto lo necesite nuevamente. En otras palabras, renuncia a la maximización y la acumulación.

Desde la lógica económica capitalista, es irracional, el capital debe ampliarse y reproducirse en forma permanente.

En las ERT se vive por lo general un clima de trabajo más distendido, sustraído al control y la supervisión permanente de capataces, ingenieros y patrones. Los teóricos de la autoexplotación no suelen tomar cuenta de esto, y generalmente argumentan a su favor las largas jornadas de trabajo. Estas realmente existen en muchas ERT, pero nuestra estadística no muestra una significativa diferencia con el sector privado. De hecho, en la Argentina actual la jornada de trabajo promedio está entre 9 y 10 horas, mientras que en las empresas recuperadas es de 8,6 horas diarias. Además, está la cuestión de los ritmos de trabajo. Incluso donde se hacen jornadas largas, la intensidad es menor que en la empresa bajo patrón. Los trabajadores toman medidas de libertad dentro de los establecimientos: quitan relojes, establecen horarios de almuerzo, escuchan música, en fin, relajan las condiciones opresivas vividas en la relación laboral de explotación. Estas medidas no se cuantifican en los ingresos, pero forman parte de la nueva productividad.

En ocasiones, el comienzo de la nueva empresa bajo gestión obrera incluso quita toda forma de disciplina laboral y eso afecta en forma negativa sobre el rendimiento productivo y tienen que ser restablecidas antiguas normas. Pero estas normas cambian de significado cuando son adoptadas en forma colectiva y no como imposiciones del empleador.


(...)
No se trata simplemente de tomar conciencia, sino de desaprender conductas de resistencia frente a la explotación, conductas que en una empresa colectiva de trabajadores dejan de ser resistencias y pasan a ser un boicot a la gestión colectiva. Este es, posiblemente, uno de los procesos más difíciles de llevar adelante en una empresa de autogestión, pues depende tanto de la fortaleza colectiva como de la voluntad individual. La ERT puede entrar en crisis si no logra por lo menos asegurar esos ingresos mínimos que constituyen el nivel de subsistencia y, una vez superado este, esa línea de satisfacción de las aspiraciones del trabajador. Es aquí donde se pone realmente a prueba la viabilidad, y no en los balances contables que evalúan los tecnócratas. Es el primer cuello de botella de la autogestión.

El segundo es el crecimiento. En este caso el crecimiento se trata de un servicio a la sociedad. Prácticamente todas las ERT sostienen que una de sus finalidades es, además de conservar trabajo, crearlo. Sin embargo, esta generación de nuevos puestos de trabajo (ya vimos que, en los últimos 6 años, las ERT generaron 2.400 nuevos empleos) se enfrenta en ocasiones con la lógica del mercado: si no hay una demanda que exceda las capacidades del colectivo original, la absorción de nuevos trabajadores es impensable. Pero en el caso de que esa demanda exista, la ERT debe evaluar muy seriamente si las previsiones de que esa demanda se sostenga permanente puede tomarse como una política de crecimiento sostenido que permita asegurar los lugares de trabajo así creados. De no poder hacerlo, el resultado puede condicionar la misma existencia de la empresa. Una baja de demanda –es decir, una presión desde el mercado– no puede ser resuelta por la empresa autogestionada de la misma manera que lo hace el capitalista, expulsando trabajadores. Por definición no puede hacerlo y, por lo menos en el caso argentino, tampoco por legalidad, pues una cooperativa de trabajo tiene vedada la contratación de trabajadores sin asociarlos. El resultado de una mala decisión puede ser la baja general de ingresos, al absorber en el colectivo la baja de demanda, o un conflicto interno entre “viejos” y “nuevos” trabajadores.

El sentido igualitarista (más del 50% de las ERT mantiene igualdad de salarios) tiene en este problema su máxima expresión. (...) En estas nuevas empresas colectivas, ¿cuál es el sentido de la igualdad? Podemos ensayar algunas respuestas, de las cuales la más elemental es que como asociados, ninguno puede tener mayor valor que otro.

Pero también hay una cuestión de mantener bajo control las responsabilidades diferenciadas y evitar el surgimiento de nuevas jerarquías. (...)

En este sentido, el gran debate entre los trabajadores se da en el reconocimiento de compromisos y responsabilidades. El problema pasa por intentar que esa igualdad no iguale al que no demuestra compromiso con el proyecto colectivo y castigue al que sí. El efecto puede ser pernicioso, y remite nuevamente al proceso del paso de la conciencia de explotado a la de autogestionado.

(...) Las normas que responden a las cooperativas, generalmente son formalidades que no necesariamente logran reflejar que los llamados principios cooperativos sean aplicables a un verdadero funcionamiento de autogestión.
(...)

Entre las ERT, son pocas las que deciden o consienten en dejar al consejo el grueso de las decisiones. En una abrumadora mayoría, la relación se invierte y es la asamblea la que tiene el control de la gestión. La frecuencia de realización de asambleas es impactante: el 88% las hace en forma regular, y de ese total, el 44% una vez por semana, el 35% en forma mensual; otros,
cuando lo consideran necesario.

Esto no significa necesariamente que el funcionamiento de gestión sea puramente asambleario y no se desarrollen formas de organización específicas para atender las necesidades cotidianas:

- rutinas
- tiempos fijos
- mecanismos
- formas de coordinación
- responsabilidades que deben ser llevados a cabo en forma regular.

Las asambleas son, en cambio, instancias de:
- evaluación
- organización
- toma de decisiones.

(nota: Se entiende que en un modelo puramente asambleario una vez asignado un rol a cada trabajador este tiene la suficiente autonomía para tomar decisiones sin tener que recurrir constantemente al beneplácito de la asamblea, aún teniendo que tomar decisiones que influyan en otros trabajadores. También la discusión de los horarios de trabajo o procedimientos son decididos en asamblea y respetados por los trabajadores).

(...)

En este breve recorrido por las dinámicas internas de las empresas recuperadas, varios temas claves para pensar la autogestión han aparecido. Se trata de poder reflexionar alrededor de ellos y poder ver cuáles de estas cuestiones son generalizables para otras experiencias y otras, en cambio, se constituyen como particularidades del caso argentino o, incluso, de cada uno de los casos.


Anterior: ¿Qué es una Empresa Recuperada por los Trabajadores?

jueves, 9 de febrero de 2012

Concentración contra la Reforma Laboral día 10 a las 20:00 h en la Puerta del Sol.

Porque juntos podemos.
Porque ya basta de precariedad.
Acabemos con el cinismo capitalista.

Esta reforma aumenta la precariedad laboral, da todas las facilidades al patrón y merma los derechos laborales de los trabajadores. Garantiza un futuro de miseria y de esclavitud.
No lo vamos a consentir.
Este tipo de "soluciones" (flexibilidad, facilidad para despedir, temporalidad, contratos precarios, etc.) tal vez fomenten la contratación, la contratación temporal, precaria y mal pagada, se entiende, pero jamás fomentará el empleo. En el pasado año se firmaron unos trece millones de contratos, el 97% de estos contratos firmados  fueron temporales; en enero de este año más de lo mismo. El desempleo sigue creciendo y elevándose como una amenaza permanente sobre los trabajadores en activo y sus familias.
El proletariado de ayer es el precariado de hoy y constituye la nueva forma en que los trabajadores son explotados por el capital en este nuevo sistema de relaciones laborales. Para la patronal: mano de obra barata, cualificada, disponible a voluntad, y sobre todo dócil.
El cinismo es de lo más insoportable cuando nos dicen que "esta reforma laboral es necesaria para acabar con las enormes cifras de desempleo". Si las facilidades para el despido, los ERES, los contratos temporales, de prácticas o aprendizaje, becarios, exenciones fiscales, etc. que en su día se nos vendieron como una solución para acabar con el desempleo nos han llevado a la situación actual, si además el precariado es parte integrante del desempleo intermitente, ¿cómo es posible que más flexibilidad laboral, mayor precarización del empleo y rectrocesos en los derechos laborales adquiridos vayan a generar empleo? Realmente piensan que somos idiotas.
Desde Europa nos miran con asombro y piensan ¿que está pasando? ¿como pueden vivir en estas condiciones? ¿cuando dirán basta?
Por muchos contratos basura que acumules no llegas a cotizar para tener derecho a prestaciones: contratos de un sólo día, de fin de semana, unos días, 2 meses... Esto es lo que hay. ¿Cómo hacer previsiones, planes, fundar una familia o comprar una vivienda? Nos queda la incertidumbre, la inseguridad, cuando no la exclusión social y la miseria.
No queremos contratos basura, tenemos derecho a una vida digna y vamos a luchar por ella, no lo dudéis ni un momento.

domingo, 5 de febrero de 2012

Iniciativa Marea Roja

Nace una iniciativa ambiciosa de unión a nivel nacional para la lucha contra el desempleo: Marea Roja.


Personas “puntos focales” en cada localidad o provincia, asociaciones de parados, etc... irán al INEM todos los 9 de mes a protestar. Pero no sólo eso, captarán a través de las redes y asociaciones y también en el INEM a grupos de personas interesadas en autoemplearse. Dinamizarán y organizarán experiencias asociativas para la formación de cooperativas productivas.

Desde el equipo MAREA ROJA, en el que os invitamos a participar, se facilitará la formación a estos grupos para las iniciativas cooperativas o de otro tipo, se organizará la red, se facilitará el intercambio de experiencias, las relaciones y asesorías legales y de expertos.

    - Tareas que involucra el plan y para las que necesitamos activistas colaboradores.

    - Crear una red de puntos focales: los puntos focales personas dispuestas  a ir al INEM al menos cada 9 de mes y organizar a las personas allí presentes para la puesta en marcha de un laboratorio de ideas, debates e investigaciones sobre posibles iniciativas de autoempleo. Los puntos focales son formados desde A+R (acción + reacción) MAREA ROJA.


TAREAS:
    - Captar activistas como puntos focales (se hará el día 9 de cada mes en la cola del INEM).

    - Vincular a los procesos de coordinación y formación desde el grupo A+R y el blog Marea Roja a los puntos focales y las asambleas INEM. La formación puede ser desde la red o en las propias asambleas laboratorios de ideas en el INEM, si se acercan expertos que van a ser convocados a hablar de las
temáticas clave.

    - Darles coaching o tutelaje.

    - Crear una base de datos de iniciativas: Muchos conocemos iniciativas, cooperativas o de otro tipo que diversos grupos han desarrollado o ideado. Necesitamos nutrirnos de estas ideas y trabajar en red con cooperativas exitosas que sirvan para el  intercambio de experiencias y tutelaje.
     - Además, crearemos una red de economistas, personas de otras cooperativas, asociaciones, a que asistan cada 9 al INEM a expresar sus ideas. Serán un apoyo en difusión y formación al punto focal.
    - Buscar cooperativas solventes y desarrolladas que funcionen bien: Pedir que nos faciliten información de su estructura y funcionamiento, así como de la resolución de los problemas más frecuentes que hayan tenido.

    - Realizar contactos, organización de eventos.
    - Mantener la base de datos y actualizarla.

    - Generar una red de formadores voluntarios y generar materiales en los
siguientes temas:
                 + Cooperativismo. Fundamentos.
                 + Organización de personas y trabajo en equipo.
                 + Oportunidades de mercado. Análisis de los planes de empleo y realización de estudios de mercado.
                 + Información sobre propuestas cooperativas en España y subvenciones.

                 + Trabajo en equipo y creación de estatutos.

                 + Relaciones con la administración pública, incidencia política y complementariedad de acciones.
                 + Dar de alta a cooperativas y legislación que aplica.

                 + Cómo hacer un plan de negocio viable.

                 + Cómo redactar cada proyecto. Sostenibilidad.*

                 + Planificación hacia metas. Asignación de roles y responsables.

                 + Administración, contabilidad.

     - Contactar a los formadores.
     - Recabar material didáctico y adaptarlo.
     - Organizar los cursos.

     - Necesitamos un voluntario jurídico para asesorar en la conformación legal de las cooperativas

     - Elaboración de Vídeo informativo sobre creación de cooperativas, donde se darán las instrucciones necesarias para la constitución y puesta en marcha de la cooperativa (en genérico).

     - Un grupo de formadores y de coordinación permanente dará seguimiento y apoyo a las acciones emprendidas. Así mismo tutela y da apoyo en la multiplicación de conocimientos que realicen los puntos focales.

sábado, 4 de febrero de 2012

¿Qué es una Empresa Recuperada por los Trabajadores? (caso Argentina) parte 1

Fuente del artículo original :  http://www.cnt.es/sites/default/files/Estudios-1.pdf
Reflexiones sobre la autogestión en las empresas recuperadas argentinas - pág 60
por Andrés Ruggeri

La denominación empresa recuperada fue acuñada por los trabajadores de los primeros casos que, a fines de la década del 90, se encontraron en el trance de intentar mantener abiertas sus fuentes de trabajo. Para ellos, no sólo estaban intentando recuperar sus medios de vida, sino también una parte importante de la cadena productiva que se estaba destruyendo a ojos vista ante la inacción de muchos y la política deliberada de gobernantes y empresarios.

Hasta mediados de los 90, el neoliberalismo había vencido con extraña facilidad todo intento de resistencia a sus políticas. Pero, a mediados de la década, estas oposiciones empezaron a aflorar, principalmente porque los resultados de tales políticas estaban a la vista de todo el que las quisiera ver: hambre, marginación, desocupación estructural y permanente, desaparición de pueblos enteros al cerrarse fábricas, ramales de ferrocarril, refinerías de petróleo, obras de infraestructura pública, etc.

Comenzaron así a darse las llamadas “puebladas”, levantamientos populares que apelaron al corte de las vías de circulación como una forma posible de exteriorizar los conflictos, ya que huelgas y otro tipo de manifestaciones carecían de sentido fuera del lugar de trabajo perdido. La organización creciente del movimiento “piquetero” comenzó a presionar sobre la estructura política y económica del Estado, al punto que el gobierno de Carlos Menem debió comenzar a interpretar la parte del libreto neoliberal que no había cumplido, las llamadas “políticas sociales”, en realidad no otra cosa que medidas desesperadas de contención social, combinadas con altas dosis de represión.

Claramente estas estrategias de contención resultaron insuficientes y el movimiento de resistencia comenzó a crecer en todo el país. Es aquí donde aparecen las primeras empresas recuperadas. Para los trabajadores protagonistas de estos casos, la opción era clara y desesperante: había que evitar a toda costa el cierre de la empresa, o pasar a formar parte de la gran masa de desempleados y marginados sociales. O se luchaba dentro de la fábrica, o había que tratar de remontar la situación en la calle, junto con millones de ex trabajadores en la misma situación.

A partir de este momento, los trabajadores se enfrentaron con la posibilidad de la autogestión. Se trataba de un camino impensado e, inclusive, no deseado, porque la perspectiva de la lucha inmediata era la continuidad del trabajo asalariado. La autogestión se da, como ya señalamos, en un contexto claramente defensivo y en el cual, para estos trabajadores, cualquier otra opción era peor. La pregunta es, entonces, cuál es la viabilidad y la potencialidad de un proceso autogestionario con estos orígenes y estas condiciones.

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Fue la enorme y profunda crisis que, como corolario lógico de estas políticas caracterizadas por la voracidad de la clase dominante, se desató en los últimos meses del año 2001 la que puso de manifiesto la profundidad y extensión de las ocupaciones de establecimientos por sus trabajadores. La quiebra masiva de empresas, la mayoría en condiciones fraudulentas facilitadas por las nuevas leyes laborales que se diseñaron como instrumentos a exclusivo beneficio de la voracidad capitalista. Los distintos casos se empezaron a conocer entre sí y el ejemplo de los otros daba esperanza a cada colectivo que emprendía esta lucha. Si bien la empresa recuperada reconocía importantes antecedentes en los años anteriores, es la extensión de la crisis de 2001 la que le dio la característica de movimiento y las hizo visibles para otros sectores sociales y para el resto de los trabajadores, llamando también la atención internacional sobre este fenómeno que los trabajadores argentinos estaban generando en un país que, de ser el alumno modelo del FMI pasó a ser el paria de la escena económica internacional, pero objeto de gran atención desde los movimientos sociales y anticapitalistas de todo el mundo.

La visibilidad adquirida en estos conflictos fue posible también por la enorme solidaridad social que despertaron y que aún continúan teniendo. En una sociedad que había tenido como ideal de vida el paradigma del “pleno empleo”, impuesto en la mitad del siglo XX por las políticas más o menos keynesianas del primer peronismo y luego por el desarrollismo, la debacle laboral que significó el neoliberalismo salvaje colocó al trabajo como un valor escaso, y la defensa del empleo como un objetivo de enorme legitimidad para las mayorías sociales. Los trabajadores que resistían con sus cuerpos y con la voluntad de trabajar el cierre de fábricas abandonadas miserablemente por los patrones disfrutaron, entonces, de enorme consenso social, lo que se tradujo en una capacidad de movilización solidaria que multiplicó varias veces su capacidad de resistencia y, en la mayoría de los casos, logró evitar o incluso rechazar las instancias represivas que intentaron el desalojo de las ocupaciones.

El lema “ocupar, resistir, producir” que embanderó el naciente Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas, inspirado en la consigna del Movimiento de los Sin Tierra brasileño, fue la síntesis de este momento de definiciones que consolidó definitivamente la existencia de las ERT.

De acuerdo con los datos de nuestro equipo de investigación, las empresas recuperadas que se calculaban en alrededor de 40 casos en diciembre de 2001 habían trepado a cerca de 120 para principios de 2003, cuando la situación económica empieza a dar alguna muestra de estabilización, crecieron a algo más de 160 a mediados de 2004 y se convirtieron en poco más de 200 en 2010. El número de trabajadores empleados en estas empresas también continuó en crecimiento, tanto por la incorporación de nuevos casos como por la generación de nuevos puestos de trabajo en los establecimientos recuperados, llegando a unos 9400 de acuerdo a los datos más recientes. De esta cifra, unos 2400 responden al crecimiento endógeno.

Las ERT, por otra parte, no son un fenómeno restringido a las zonas industriales de Buenos Aires, sino que se distribuyen, si bien de manera heterogénea, por toda la geografía argentina, incluyendo los extremos norte y sur del país. El grueso, de todos modos, se concentra en el Área Metropolitana de Buenos Aires, respondiendo a la desigual distribución de la infraestructura económica argentina.

Además, se trata de experiencias de trabajadores de muy disímil extracción. Entre las ERT hay industrias metalúrgicas, curtiembres, textiles, frigoríficos, empresas de la industria gráfica, química, de la alimentación, pero también, junto a estos obreros industriales, hallamos escuelas, hospitales, empresas de transporte, gastronomía, logística, hoteles, etc.
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Factores favorables/desfavorables:
- Es difícil encontrar grandes establecimientos, tratándose en su mayoría de pequeñas y medianas empresas, con un promedio de entre 20 y 50 trabajadores. Debido a las limitaciones de inversión. Las empresas grandes que se hallan en manos de los trabajadores pasaron por procesos conflictivos muy difíciles y traumáticos, como Gatic, la antigua licenciataria de Adidas y otras marcas trasnacionales de calzado deportivo, de cuyas 12 plantas originales sólo cinco se encuentran en manos de cooperativas obreras.

- Otro factor que influyó en las posibilidades de triunfo de una ERT fue la vulnerabilidad de la clase política, repudiada en forma generalizada por la ciudadanía, facilitó que los reclamos sociales, incluyendo los de los trabajadores de las recuperadas,

- Una vez lograda la matrícula de la cooperativa, el grupo de trabajadores se halla en condiciones de obtener la tenencia o la continuidad productiva del establecimiento, sea a través de leyes de expropiación o de permisos judiciales. Pero el factor principal para poder asegurar cualquiera de estas salidas es la resistencia de los trabajadores y el no abandono del lugar de trabajo, sea ocupándolo o manteniendo un campamento en la puerta. Es decir, más allá de estas conquistas legales, es la lucha obrera el último garante de la conservación de la fuente de trabajo, esto es solidaridad dentro y fuera del grupo con las acciones promovidas (grupos afines, sindicatos, barrio, universidades).

- La lucha por el acceso a las fábricas a través de leyes de expropiación fue muy costosa pero da sus frutos.

- La respuesta de los sindicatos fue en la mayoría de los casos inexistente o de traición hacia los trabajadores y cómplice con la patronal. Hubo excepciones como por ejemplo la Unión Obrera Metalúrgica de la seccional Quilmes que si lograron establecer cooperativas.

- Si hay algo que los miembros de las empresas autogestionadas reivindican, es su condición de trabajadores. A pesar de ello, las estructuras sindicales tradicionales tienen enormes dificultades para reconocer (y representar) el hecho del trabajo fuera de la relación salarial. El modelo sindical tradicional reduce al trabajador al asalariado, y al afiliado al que puede serle extraída la cotización a través de los mecanismos administrativos garantizados por el Estado. La solidaridad de clase queda fuera de ese modelo, y el trabajador autogestionado es una figura incómoda que muestra claramente este síntoma de agotamiento de las estructuras sindicales que han hegemonizado el movimiento obrero en el último medio siglo.

Proceso de conquista y establecimiento de una ERT:
- Proceso previo al cierre de la empresa: conducido por los empresarios, precarización de las relaciones laborales, tratando de dividir al grupo, separando al personal bajo la complicidad de los delegados sindicales, quema del plantel para conseguir reducir el número de empleados y facilitar el cierre fraudulento. Abandono del mantenimiento de maquinaria, traslados, se toma deuda y no se pagan salarios o se lo hace en forma espaciada. Cuando el conflicto estalla si el colectivo obrero no se mantiene firme las posibilidades de éxito son muy reducidas.

- Casos de división y abandono por parte de los compañeros: Lo más frecuente es que el personal jerárquico y administrativo abandone a su suerte al resto, confiando en su mayor cualificación para conseguir otro trabajo, y son los obreros de planta, los más viejos y los que no tienen adónde ir quienes deben enfrentar todo el proceso. En los casos que ahora son ERT, este momento es decisivo en la conformación del futuro colectivo autogestionado.

- Logro de unión y establecimiento de relaciones horizontales: Las antiguas relaciones entre asalariados se disuelven en un nuevo grupo donde los viejos liderazgos (laborales o sindicales) deben ponerse a prueba o reemplazarse, y una nueva igualdad, impuesta de hecho por las circunstancias, se forma y anula las viejas jerarquías. Es interesante ver como la mayoría de los que actualmente se desempeñan en los consejos de dirección de las cooperativas no tenían puesto ninguno en la vieja empresa, ni eran representantes sindicales. No faltaron los casos en los que los antiguos delegados fueron expulsados y reemplazados por trabajadores elegidos por asamblea. La organización pasa a ser asamblearia y allí se forman nuevos liderazgos. Aquí es donde por lo general se igualan las relaciones entre compañeros e incluso se establecen nuevas solidaridades entre trabajadores que bajo patrón no se conocían o tenían vedado relacionarse entre ellos.

- La segunda prueba de fuego es, una vez ocupado el establecimiento, la reanudación productiva: Es en este momento donde el colectivo formado en la resistencia debe dar pruebas de madurez y visión colectiva. La tarea de la gestión es, por defi nición en el régimen capitalista, exclusividad del capital, y absolutamente ajena al trabajador. Reemplazar esa tarea esencial del capitalista implica la reformulación de la propia concepción del trabajo y del trabajador, pero además la adaptación a condiciones de funcionamiento que implican pensar y dirigir la estrategia empresarial en forma colectiva. Esto no es de ninguna manera fácil, requiere pensarse como sujeto colectivo capaz de
tomar decisiones y asumir responsabilidades. Y, además, insertarse en relaciones de competencia de mercado, por lo general, en inferioridad de condiciones.

- La supervivencia juega, además, una presión sobre el colectivo difícil de soportar, pues cuando aparecen los primeros resultados del trabajo la presión para repartir los escasos ingresos en forma total, llevados de la desesperación, puede impedir la consolidación de la ERT y condenar al fracaso el intento. Es
enorme la voluntad de sacrificio que deben llevar adelante los obreros en estos casos, soportando las presiones de sus propias famitas y de los compañeros más urgidos. Aquí es donde se forja y fortalece la igualdad del colectivo. Pero si este momento decisivo, donde la reciente empresa autogestionada corre el peligro de “comerse” a sí misma, es superado, el camino a la consolidación de la autogestión aparece mucho más claro. La ERT empieza a quedar frente a frente con el desafío de desarrollarse como empresa de gestión obrera.

¿Es posible la autogestión en el marco del capitalismo? ¿De qué tipo de autogestión estamos hablando? ¿Hasta qué punto la presión y la adaptación a las condiciones del mercado impacta sobre estos trabajadores y los convierte en excepciones históricas, islas de solidaridad en el océano de la explotación, quizá, en futuros patrones colectivos, como ha ocurrido con harta frecuencia con las cooperativas tradicionales? Preguntas que la práctica de las ERT nos puede dar indicios de su respuesta, pero que sólo el proceso histórico real podrá responder cabalmente.

siguiente: Los problemas de la autogestión en las ERT

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